La cuna de Newton es un conjunto de cinco péndulos idénticos, en tamaño y peso, perfectamente alineados; instalados en contacto unos con otros por medio de dos hilos de igual longitud, oblicuos el uno con el otro, suspendidos de dos úes invertidas, metálicas y paralelas; fue ideado para demostrar la Teoría de la conservación de la energía y de la cantidad de movimiento del filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático Isaac Newton y aderezar, siglos más tarde, la mesa de cualquier psiquiatra woodyliniano ochentero que se preciara. Al poner en movimiento la primera de las bolas, esta transmite su energía a la adyacente que a su vez se la transmite a las siguientes, lo que produce que la última se ponga en movimiento y al producirse el efecto pendular vuelva a originar el mismo proceso de un modo casi perpetuo ¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!…
Hoy, si la política fuese un péndulo de Newton, la energía renovadora de las urnas debería transmitir su cantidad de movimiento a las inertes esferas adyacentes: ¡TOC! Rajoy ¡TOC! Rivera ¡TOC! Iglesias ¡TOC! Sánchez… ¡TOC! Iglesias ¡TOC! Rivera ¡TOC! Rajoy…
La metáfora gráfica tatúa sobre esta página, con los arañazos de buril del scratchboard, la realidad que puede ser y no queremos; las pequeñas estaturas políticas, sólo pendientes de sus horizontes personales y de partido, incluso, en algún caso, penal ¿serán capaces de asumir, con altura de miras y utópica generosidad, su responsabilidad? ¿Volverá a imponerse el hemofílico movimiento perpetuo de la irresponsabilidad política de los líderes? La cuna de Newton mece esta última frustrante posibilidad, se perpetúa la incompetencia. La incompetencia del líder del PP, sesteando apoyado sobre el tronco del manzano, en sempiternas presidenciales funciones, esperando la inspiración del santo advenimiento cuando caiga, aburrida, la manzana con su punto G; la incompetencia del ¿líder? del PSOE, cosechando, consulta tras consulta, fúnebres resultados para el partido que ¿lidera? Y atrayendo sobre si continuos y funestos idus de marzo, aunque estemos en septiembre; Iglesias y Rivera, los líderes novicios; voluntarioso experto en palos de ciego el dirigente de Ciudadanos y carismático revolucionario alborotador, que peina coleta con vocación de trenza de Fu Manchú, el regente de Podemos.
Primera Ley de Newton o Ley de la inercia: Todo cuerpo permanecerá en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado por fuerzas externas a cambiar su estado.
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